Les avisé que andaba Zen, así que acá voy a subir dos videos de dos cierres de películas, una de ellas para mí soberbia que es Gladiator, protagonizada por Rusell Crowe, que salvando algunas deficiencias históricas es una de las películas épicas que más me han gustado… por lejos, creo que el pasaje de su vida física a la espiritual está tremendamente logrado a lo largo de la película…y la otra es el cierre de Man on Fire, protagonizada por el maestro Denzel Washington, y las dos tienen la particularidad de ser cantadas por la misma artista… Lisa Gerrard.
Nacida en Melbourne, Australia en el año 1961, desde pequeña residiendo en un barrio de muchas etnias, la artista se influenció de Griegos, Turcos, Italianos, Irlandeses y Árabes, que posteriormente se reflejaría en su repertorio musical.
En el año 1981 forma el cuarteto Dead Can Dance y se mudan a Londres, pero al poco tiempo por algún abandono en la formación de la banda éste queda reducido a un dúo, y es en el año 2005 que edita su primer disco como solista titulado The Mirror Pool.
Bueno, el tema de estas bandas sonoras, están aparentemente escritos en una mezcla de idiomas por lo que es muy difícil o casi imposible encontrar una traducción, no creo que la haya, pese a que algunos cibernautas la han traducido al inglés y les han dado palo abierto, ya que la propia Lisa ha dicho que no tiene traducción, así que no creo que sean fieles tales traducciones.
Estos son los casos en que la voz, femenina y extraordinaria en este caso, forma parte de la orquesta juntos con los instrumentos… no sé a mi me parecen cierres soberbios en conjunto con las imágenes.
El cierre de Gladiator junto a Hans Zimmer, tema titulado Now We Are Free, y el cierre de Man on Fire junto a Harry Gregson-Williams, titulado The End.
Música para sus oídos e imágenes acordes a la música… y dos tremebundos actores…
Etiquetas: Lisa Gerrard
Se agradece la información.
Yo de se espíritu Zen nada, pero mientras tomo una Saporo escucho a mi linda Cat Power que canta éste mes por Hollywood.
Yo todavía sigo Zen, sino ya hubiera roto algo o a alguien.
Saludos